sábado, 1 de septiembre de 2007

Feliz se encuentra aprendiendo el arte de sus sueños. Es increíble como ha progresado en tan poco tiempo. De pronto se acerca ella, una de las personas más especiales de su vida. Él continua su lección mientras mantienen un ligero dialogo. –No confundas las cosas- replica ella, sutilmente, mientras le acaricia el cabello. El silencio se apodera de la sala. Una escueta lagrima rueda por su mejilla. Aquel instrumento, elegante por naturaleza, se transformo en un simple y ordinario mueble. No sabe que hacer. Por fuera todo se ve bien, pero por dentro esta destruido. Quiere estallar, pero no sabe como. La melancolía invade su mente. –Maldición-.