martes, 31 de julio de 2012

Volver a la realidad luego de estar ahogandose bajo un lago con su superficie congelada. Ser atacado por una fuerte punzada visceral durante el transcurso de la primera clase. Escapar apenas de la U caminando como si las piernas estuviesen atrofiadas. Rumbo al trabajo sentir como se presiona fuertemente la garganta escuchando sus gritos de dolor a kilómetros. Rendir al mínimo y salir a almorzar. La columna vertebral apenas prestando soporte. No poder más. Retornar irradiando pena, angustia y culpa. Colapsar nuevamente. Esta es mi vida.